Introducción
Los lentes de contacto han revolucionado la forma en que corregimos los problemas de visión. Ya sea por estética, comodidad o practicidad, cada vez más personas optan por esta alternativa a los anteojos tradicionales.
Tipos de lentes de contacto
Existen diversos tipos de lentes, diseñados para adaptarse a las necesidades de cada usuario:
- Blandos: Son los más comunes. Están hechos con Hidrogel o Hidrogel de Siliconas, que permiten el paso del oxígeno al ojo, en caso de este último más traspaso de Oxigeno aún.
- Rígidos Gas Permeables (RPG): Brindan visión en ciertos casos, especialmente en usuarios con astigmatismo Elevado, donde el uso de blandos algunas veces es incompatible.
- Tóricos y multifocales: Diseñados para corregir astigmatismo o presbicia, respectivamente.
- Cosméticos o de fantasía: Cambian el color del iris o generan efectos especiales.
Ventajas y desventajas
Ventajas:
- Mayor campo visual que los anteojos.
- Libertad para realizar deportes o actividades físicas.
- No se empañan con los cambios de temperatura.
Desventajas:
- Requieren un buen mantenimiento y limpieza.
Se debe seguir el esquema de limpieza recomendado por el fabricante o el contactólogo.
Cuidados y recomendaciones
- Lavarse bien las manos antes de manipularlos.
- Usar soluciones específicas para limpiarlos, salvo desechables diarios.
- No dormir con los lentes puestos, salvo que estén diseñados para ello.
- Cambiarlos según las indicaciones del fabricante y del profesional.
Conclusión
Los lentes de contacto son una excelente alternativa para quienes buscan comodidad y estética. Sin embargo, su uso debe estar acompañado de buenos hábitos y control profesional en forma regular para garantizar la salud ocular.

